La domótica y la tecnología para el hogar están diseñadas para mejorar los diseños tradicionales. 

Pueden aportar flexibilidad en el diseño, adaptación a cada momento o necesidad, facilita las ampliaciones y aportan nuevas funciones. Una vivienda o un edificio ya no volverá a ser estático.

Pero no es sencillo incorporarlas… es necesario CAMBIAR la forma habitual de hacer las cosas en construcción, y esto se vuelve un reto. 

La asesoría tecnológica debe permitir una transición más sencilla y robusta, ofreciendo nuevas posibilidades y flexibilidad tanto en la elección, en la instalación como en el uso de las instalaciones.

Asesorar, requiere de experiencia, conocer bien los problemas y dudas que tienen los industriales ante estos cambios y ofrecer un conjunto de soluciones que se adapten bien a cada realidad, sean sencillas de comprender, cablear e instalar y que los pros de su elección superen los contras.

Asesorar, también implica hablar el mismo idioma con los distintos actores del sector de la construcción y ofrecer lo que necesiten en cada momento y en cada proyecto… ni más ni menos.

En un momento donde la tecnología inunda nuestras vidas, es vital entender como nos puede ayudar, saber elegir y comprender las posibilidades de ofrece su instalación. 

Al tener mucha experiencia con todo tipo de tecnología para el hogar, creemos que podemos ser un aliado importante para los profesionales que quieran avanzar dentro de su modelo de negocio. Es muy difícil poder saber de todo, y más con los cambios constantes y evolución rápida que se produce… la única forma de ser eficiente es aprovechar sinergias y trabajo en equipo. 

Ofrecemos ser un punto de apoyo a los profesionales del sector de la construcción que quieran dar mejor respuesta a los cambios en los hábitos y necesidades de las personas y de la sociedad en general.

La sociedad evoluciona, la realidad de la forma como vivimos cambia, pero la construcción se mantiene en los mismos diseños y soluciones que hace 50 años… la incorporación de la domótica y la tecnología en el hogar hasta ahora es puramente testimonial, y no se aprovecha el potencial que ofrece.

Estar en primera línea entre compradores y constructores, nos permite entender todas las partes y proponer las mejoras soluciones para ambos.

Cualquier sistema integrado con tecnología es mejor.

• La integración debe no ser cautiva de la tecnología utilizada
• Debe de ser posible simular un funcionamiento convencional
• Sin corriente eléctrica debe comportarse como si no tuviera tecnología integrada
• Debe funcionar de forma robusta
• Su mantenimiento debe ser mínimo o inexistente.

Su sobreprecio debe estar justificado por sus nuevas funciones y no debe de ser elevado.